
Realmente no puedo recordar bien ese día, pero fue hace 2 años. En El Salvador, estudié comunicaciones. Una carrera que me gusta mucho. En la carrera, tuvimos que ir a diferentes lugares y tomar fotografías de las mejores cosas que pudimos encontrar y escribir una historia sobre la fotografía que habíamos tomado. Fui a un lugar llamado “La Libertad”, que es una playa. En La Libertad, hay un muelle donde venden diferentes tipos de mariscos.
Caminando por el muelle, no pude evitar ver a todos los niños que tenían que trabajar para ayudar a sus familias. Todos esos niños que no pudieron ir a la escuela porque tuvieron que empezar a trabajar desde pequeños. Fue en ese momento que me di cuenta de que era afortunada. Porque en mi país puedes estudiar, y es un privilegio porque no tienes que trabajar desde pequeño.
Hay muchos niños que no van a la escuela porque sus padres los obligan a trabajar desde pequeños, o hacer diferentes cosas. Algunos venden chicles o caramelos en los autobuses. Algunos de ellos andan vendiendo verduras, frutas, etc.
Cuando tomé la fotografía, me tocó el corazón ver a la pequeña tirando de una gran tina de plástico, trabajando desde temprano en la mañana para ayudar a su familia, o simplemente tener que trabajar porque sus padres los obligan. Espero que algún día pueda hacer algo y creo que con esta imagen podré ayudar a llevar conocimiento a muchas personas sobre la situación en la que viven las personas en diferentes países, no solo en El Salvador.