Nada más que nailon y cuerdas enroscadas una y otra vez alrededor de la rama retorcida
mientras se mecen con la brisa.
No hay escapatoria.
Aquí se quedaran hasta la muerte.
¿Pero no es este el mejor lugar para ellos?
Mejor que elevarse y separarse.
Al menos ahora no están solos y pueden morir juntos.
Un destino que deberían aceptar.
Morirán enteros, en ves de ese amargo final de estallar más allá de donde han volado los pájaros.